Tronchas en un semi-rodete. Tostada. Blusa de bambula de colores brillantes, elegantes y de calidad. Pollera larga de lana super fina marrón. Ojotas.
Y en el medio de Buenos Aires, a pasos del subte y mil paradas de colectivo, llega en un auto con patente de éste año.
Estrepitosamente fallido intento de disfraz de hippy.
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