Hace más de un año que no entraba a la cuenta de blogger, pero quería compartir una conversación, y Twitter y sus 140 caracteres me impacienta. Así que ahí estoy, escribiendo la dirección del blog. Completa porque mi buscador ni siquiera la tiene en el historial. Hurra por la memoria de la era pre-celular. Llego sin problemas, ahora clic en "Acceder". Escriba su cuenta de usuario y contraseña...
...
Houston...
¿Con qué cuenta era que tenía el blog?. Y he ahí el dilema: Sin la cuenta no puedo recuperar la contraseña... que, irónicamente, sí me acordaba.
Y todo esto puede parecer irreal, pero entré a la adolescencia en la época del CTC y los chat de Terra. Eso significa que más de diez años después tengo amasadas unas cuantas cuentas de mail, enlazadas a mensajeros, blogs, chats, cuentas de IRC, grupos, foros y redes sociales y de feedback. Todas con diferentes nicks que se cruzan cada tanto. No tan hurra por la era de la informática (y me pregunto que dirá la psicología sobre tantos avatares y seudónimos).
En todo caso, empiezo la búsqueda de mi identidad (y no hablo de terapia) por el blog. Espero que mi perfil tenga un contacto (sí, ya sé, tampoco me acuerdo que dice mi perfil, hasta de la imagen de "colgada" me había olvidado, que me volvió a causar gracia). Noup. Diablos, que mal momento para ser paranoica y mal llevada. Decido dejar un comentario en un post, y ver si lo cazo desde el otro extremo del tubo. Tres cuentas después encuentro la notificación. Trato de acceder con ella. Parece que mi cuenta para spams es la de spams y no la de acceso.
¿Y ahora?
Vuelvo a la ventana para acceder a blogger. Pruebo variaciones de cuentas y passwords. Me aburro. Miro el monitor con odio, confusión, y algo de humor. Ridículo. Vuelvo a mirar toda la página de acceso con algo que se parece mucho a la resignación, mientras me pregunto si mi hermano y sus amigos pueden crackear una cuenta sin saber la cuenta (alégrense usuarios, acabo de descubrir la última defensa contra hackers).
Y ahí, donde siempre está "¿No recuerda su contraseña?" (pobetito tontito) dice "¿No puede acceder a su cuenta?". Pienso que es uso de la gramática en favor del tacto, pero perdido por perdido... Me pide el mail para mandar un link para restablecer la contraseña. No sé si reírme o reírme histéricamente.
Decido que fuerza bruta es la manera y empiezo a escribir cada cuenta que he tenido. La notificación termina en mi cuenta principal (tanto correr pa' llegar a ningún lado).
Accedo. ¡Accedo!. Me quedo pensando en cuánta gente habrá con desórdenes de personalidad digital múltiple como yo. Y decido que esto tengo que postearlo.
viernes, mayo 27, 2011
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