miércoles, julio 25, 2007

Amarga noche de Retiro

Un día de casancio y contracturas que terminó en derrota. Lindo regreso.

En todo caso, no es peor que la partida, que tuvo aparejada además dolores de cabeza, nervios, corridas y falta de sueño. Porque cuando me quise ir para Trenque, además del sabor amargo, tuve que cargar también con la frustración de no tener colectivo hasta la mañana siguiente.

El jueves llegué a Retiro doce menos diez, después de haberme levantado a las 4 de la mañana, después de enterarme que Fontanarrosa se había muerto, después de haber corrido todo el día para una entrega que me cascotearon de todos los ángulos, después de cargar un bolso, una mochilota y toda mi amargura, mis contracturas y mis esperanzas, para enterarme que el último colectivo que iba a Trenque había salido hacía 10 minutos. Jamás pensé tanto en el dicho "para tarde es temprano y para temprano es tarde" como cuando en todas las boleterías me contestaron que el próximo servicio era a las 6 de la mañana.

En fin, que si creen que Retiro es un lugar bizarro, prueben verlo de noche. Lo menos, un zoológico: gente durmiendo en las sillas, a cual más feo, viejo, sucio, triste, cansado y gris; un par de empleados limpiando el piso justo por donde tenés que pasar; un iluso como una recorriendo las boleterías sin resignarse, a la caza de un servicio por el que no haya consultado, algo más temprano, una combinación, un colectivo que se pase, un milagro, una esperanza, algo; un librero aburrido que te invita a tomar un café para matar una hora de espera; un flaco arreglando un cajero que te pregunta si sabés donde está el otro, el que está roto, que tiene que tener al lado a una vieja sentada, porque este no es; un mozo que barre porque la noche es larga y los escasos clientes se duermen en las mesas; un par de mendigos que miran una peli doblada en los flamantes televisores de monedas (muy bizarro); un tipo que pasa una lustradora enorme que hace un ruido que a lo lejos parece que gritaran un gol laaargo que saliera del televisor de la confitería, donde un par de viejos semi dormidos miran jugar a la sub20.

No hay comentarios.: