No sé si alguna vez lo aclaré: Estudio Arquitectura (sí, me piace con mayúsculas).
Cierta vez un buen profesor nos recomendó que nos impregnáramos de arte. "Miren cuadros, vayan a exposiciones, vean obras de teatro, escuchen música, buena música, vayan a ver un ballet, garabatéen mientras hablan por teléfono, recorran ferias...".
Toda mi vida he estado al acecho de la belleza del arte, consumiéndola en todas sus formas y en cantidades industriales (valga la trillada expresión). Me levanto temprano o me acuesto tarde para ver amaneceres, leo todo lo que cruce por mis manos, voy a museos, veo películas y shows de Les Luthiers, escucho música, mucha música, todo el tiempo. Sonrío y entorno los ojos, y me concentro para ver lo bello de lo que veo. Con el tiempo se me ha hecho un hábito, y sonrío mirando a la gente en el colectivo, una hoja, un edificio.
Todo ese arte... según yo lo entiendo, a la larga se te queda pegado algo de polvo de magia, una chispa. Es como si te acercaran un montón de llamas a la mecha que tenés escondida por algún lado. En algún momento algo te toca, y la mecha se enciende, y podemos convertirnos también en luz, una bomba de tiempo.
Cada vez que encuentro algo especialmente mágico, algo se mueve adentro, como un dragón que estirara las alas en mi pecho. Sé que el golpe pasó cerca, y que la mecha está encendida, y aunque muchas veces se apaga sin mayores, ya va a pasar alguna vez. Ya va a ser mi turno de iluminar.
miércoles, julio 26, 2006
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4 comentarios:
No pusiste banda sonora, que raro.
Recomiendo "Esa luz" de Turf que va perfectamente con tu maravilloso texto. Saludin
Mmmm... Me va más la de Divididos. Soy una mujer que espera el alba ^_^
Bien por ti!
toy orgullosa, carajo!!!, estoy orgulosa de mi nena
Mama
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