domingo, septiembre 30, 2007

Engaños

Acabo de terminar de leer algo tan parecido a drama de telenovela que casi me avergüenzo de confesarlo, pero me quedó algo colgado que me pareció interesante. Por ley básica, no existe en ningun tipo de relato un malvado más puro que en las telenovelas, los cuales cumplen con todas las premisas básicas: la saña enfermiza, la obsesión, la envidia, la inteligencia (ningún malo imbecil llega lejos, esos son los extras o los peones del partido) y, por sobre todas las cosas, la habilidad de mentir, engañar y seducir.

Y en esto es que me quedé pensando porque, en mi lectura, había una mala perfecta que puso en un parlamento lo que a mi ver, más allá de lo retorcido, es el reflejo de cómo actuamos las mujeres. Para poder manipular a su antojo, para que la gente le creyera a ella en vez de a su víctima, su táctica era simple y muy gráfica: "Si ves a un leon, y al lado a un ciervo herido, ¿quién es el culpable?(...) En la guerra entre mujeres, la primera en llorar gana."

Probablemente suena horrible (es horrible), e imposible, pero yo lo leía y me acordaba de las leyes básicas de la comunicación. La primera y casi única ley universal que existe en la comunicación entre seres humanos es que uno se dispone a escuchar creyendo que el otro va a decir la verdad, o de otra manera no hay comunicación. Puede que a las dos palabras decidamos que nos equivocamos, pero empezamos creyendo e incluso cuando ya por experiencia desconfiamos de alguien, y de entrada sabemos que nos pueden mentir, nuestro cerebro se dispone inconcientemente a creer y esperar (una especie de "inocente hasta que se demuestre lo contrario" en automático), por si en una de esas era solamente "buen día" o "te olvidás el paragüas".

Entonces, ni por tontos ni por inexpertos, ni por sabios ni cascoteados, o muchas veces engañados, somos inmunes a quedar enredados en alguna mentira. Si además somos medio inocentones, la primera impresión hace mucha mella.

Si acabamos de conocer a un par de personas y vemos a una de ellas llorando y a la otra enojada, gritando sin compasión, tendemos a ablandarnos por la pobre alma en pena sin saber. Cuando dos mujeres pelean en una sala llena de gente y una se larga a llorar, la otra puede darse por perdida. Nadie va a creerle a menos que conozca la situación de antemano, o van a pesar que es demasiado cruel. Tooodos somos taaan compasivos cuando vemos al debil llorando.

Y sí, el león a simple vista parece culpable. Pero hay que ver qué es lo que hace el ciervo con sus cuernos y cascos.

jueves, septiembre 13, 2007

13

Por ahí es el día, o que estoy cansada, o que tuve que ir al banco para hacer nada, o que tuve que volverme caminando en la lluvia para atender a alguien que se había ido, o escuchar de boca de mi abuela tanto veneno, o si es porque por primera vez este tigre se puso la piel y las garas, o porque no pude refujiarme en la complicidad de mi abuelo, o porque el tiempo no daba para hablar con mi vieja, o porque las promesas que deberían alegrarme ahora me suenan a embuste viejo, o porque me sentí mal por no poder sonreir, o porque sé que soy estúpida, o porque no tengo un alma amiga que venga a abrazarme...

Pero "hoy" tiene gusto a fracazo, y "mi cumple de mañana" trae olor a tristeza.

domingo, septiembre 09, 2007

Doblajes

El 9, domingo a la noche, peli vieja de cuarta y doblada, con la voz de presentador de títulos y todo.

Una producción deee ...
Una película deee ...

Viigiiilannnteees de las calleeesss (en la pantalla se leía Colors, aprendan a traducir)

Con Sean Penn
Con "No-sé quién"

Y "¿?" Conchita "bla" (pobre mina, yo que ella omitía el segundo nombre o me buscaba un seudónimo al entrar en el negocio)

Y un reparto estelarrr (pantalla con el resto de los actores)

...


¿Y qué voy a hacer?. Ya ahí me tuve que parar a reirme a carcajadas. No pueden ser tan baratos.