Es la ley del primer día

Tengo la costumbre de que cuanto peor me están saliendo las cosas, más me consuelo pensando que después todo se va a volver una anécdota, y me termino riendo... Ayer me cagué de la risa todo el día.

Llego a Ciudad y me quedo esperando en la entrada de mi salón. Llega Ana, y lo primero que me dice es que me tengo que dar de baja en dos materias porque el sistema no funciona, y aunque me dejó anotarme en cuatro materias, la UBA sólo me permite cursas dos este cuatrimestre. Pueteé todo el camino ida y vuelta contra el sistema de subscripción, la UBA, sus reglas ridículas y su desorganización, y mi desgraciada suerte.

Los profesores llegan tres menos cuarto. Una mina escribe en el pizarrón "Construcciones I" grande y en amarillo... "Nuuuu nu. Yo vengo a cursar Introducción a los tipos constructivos, ¿lo considerarán así también?" . Ana, su amigo, una flaca y otro flaco entran a preguntar. Yo miro el programa de materias. Confirmo en un papel las mismas sospechas que ellos con sus preguntas: Construcciones I es una materia de segundo año, y nosotros nos equivocamos de salón.

Salimos, bajamos, miramos la pizarra, puteamos. La cátedra tiene el mismo nombre que la nuestra tenía antes. En un televisor arriiiiiiiba estaba nuestro salón anunciado. Vamos, entramos en silencio. Un tipo hablaba con vos sedante. Lo que decía era interesante, pero estuvo una hora murmurando sin parar.

A las cuatro nos liberó. Tres horas antes de mi siguiente clase. La invito a Ana a tomar unos mates a casa. En el colectivo la llama el amigo de antes y le dice que se equivocaron de salón de nuevo, porque habían distribuido los alumnos por letras, y ellos estaban más arriba. Y encima les habían dado un montón de tareas, diferentes a las nuestras. Yo todavía no sé si la clase que escuché era la que me correspondía. Espero haber tenido al menos un poco de suerte por el día, y que le haya embocado una.

Salgo corriendo de nuevo de casa para ir a la segunda clase. Llego puntual a Ciudad, y me quedo esperando de nuevo afuera del salón. Y espero, y espero, y una multitud también espera conmigo. Le pregunto a una chica al lado mío si este era el taller de "Introducción a la Arquitectura Contemporánea". Me dice que sí. Empezamos a hablar y me cae muy bien.

Entramos al salón una hora y media más tarde de lo programado, y veinte minutos después estábamos saliendo, un grupo armado, un libro para leer y analizar en una semana, y una compañera que toma el mismo colectivo que yo, que también me cayó muy bien.

Lo único bueno de tener una clase tan corta es que fui a la casa de Vero. Pizzas y Lost.

El día no fue tan malo después de todo.


Banda Sonora: Take it or leave it - Jet.