domingo, diciembre 21, 2008

Madrugada

El frescor de las noches de verano después de las tormentas, ese remanente del perfume del pasto, tierra negra de agua, sonata de grillos y ranas a lo lejos y la cortina de mi pieza que abre paso a la brisa.

Es tarde. Es temprano. Creo que la mañana va a encontrarme aún despierta, pero mis sentidos no puedan creer que poco falta para las horas de calor y el momento de partir a la excursión familiar dominical a la laguna. Me imagino dormitando al sol, acurrucada en una colchoneta, como un gato, en un fondo de eucaliptus y pájaros.

"Es de madrugada". Mi reloj biológico hace rato destartalado no impide que mi olfato sepa. Siempre fui presa de mis sentido primales. Ceo que es la razón de mis recuerdos tempranos.

"Well tempered Clavier" y olor a lluvia. Quién necesita ojos hasta el alba.